jueves, 20 de diciembre de 2007
Quiero volver a empezar...
jueves, 29 de noviembre de 2007
Dios , nunca me sueltes...
La vida tiene que continuar, debe seguir su curso, solo pido dos cosas, la primera es que Diosito no me suelte de su mano, que me sostenga, me guié, y pueda darme valor para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para aquellas que puedo. Que me de la fuerza necesaria para salir a flote, siento naufragar y no quiero que mi barco se hunda en un mar de lamentaciones, rencores, recuerdos dolorosos. Solo pido que me cobije, me acaricie y me abracé fuertemente y ustedes mis verdaderos amigos, aquellos que me aprecian sinceramente, ténganme un poquito de paciencia en estos momentos, no me gusta ser la típica chava melancólica que llore siempre por lo que la vida le ponga enfrente, solo que ahora en este capitulo de mi vida necesitaba sacar esto que me consumía por dentro…
martes, 27 de noviembre de 2007
Quisiera no sentirme asi...
Quisiera contener cualquier brote de lágrima…
Quisiera que la tristeza se me esfumara…
Tan solo quisiera detener el tiempo…abrazar a mi abuela hermosa y quedarme ahí por largo rato; sin saber que pasara o que vendrá…la extraño tanto, mi viejita hermosa, extraño ver sus arrugas de vida, extraño abrazarla, besarla, acariciarla.
Sus canas me anuncian que en cualquier momento partirá y el miedo se apodera de mi…
Me duele saber que tuve que separarme de su lado.
Me duele saber que no estoy con ella…
Momentos como este son pequeños instantes en los que siento que ya no puedo mas, que la necesito en mi vida, que la necesito a mi lado, que me enseño a quererla con las grandes cualidades que tiene, con esos regaños repetitivos, con la cantaleta de siempre, con sus reacciones infantiles, con sus historias que me contaba al anocher, oír su voz al amanecer, diciéndome (ade floja levántate), ufff son tantos recuerdos que invaden mi mente, el olor del café que preparaba, su olor incomparable, su forma de caminar, su franqueza al decir las cosas… estuve a su lado 9 años hermosos en los que me enseño día a día sabios consejos, en los que aprendí principios de vida que difícilmente olvidare, momentos que recordare con mucho cariño, 108 meses en los que me apoyo económica y moralmente, 3285 días en los que compartimos risas, llantos, alegrías, tristezas…
A decir verdad el momento mas triste de mi vida, quizás ha sido el día que tuve que separarme de mi viejita regañona, ver sus lagrimas como brotaban de sus ojos tristes, con la mirada sin rumbo, saber que le estaba dejando un hueco en su vida, un vació que nadie podría llenar, un espacio que nadie mas podría ocupar, y tenía la certeza que eso sentía, por que a mi me invadía el mismo sentimiento , por que sentía que las fuerzas me abandonaban, que mis pies empezaban a temblar y al salir de la casa al jardín, ese trayecto fueron los pasos mas pesados y largos que jamás había dado, mi mismo cuerpo me pesaba y no quería avanzar, si una muy triste despedida que solo de recordarla, hace que me invada la tristeza, hace que se apaguen la luz y el brillo de mis ojos, hacen que el día se vuelva griss.
Se preguntaran si hay tanta tristeza dentro de mí, por que te separaste de ella?? , por lograr dos grandes sueños, por tener la oportunidad de cambiar ciertas cosas, por que la vida misma, circunstancias o quizás yo decidí darle un giro de 180 grados a mi vida, por que estaba cansada de tener un trabajo mal remunerado, por que sentía que estaba en una lancha y por mas que remaba y remaba, seguía situada en el mismo lugar, por que algo dentro de mi quería experimentar algo nuevo y diferente, mi espíritu necesitaba volar por primera vez. Quería de dejar de depender de alguien más.
La pregunta que ni yo misma puedo responder o quizás no quiero responder es: ha valido la pena dejar de disfrutar a mi abuela??
Son dos largos años, que ha pasado ya, llegue a un lugar del cual no sabia nada, me sentía como una ratoncinta indefensa, como un pajarito saliendo del cascaron, no teniendo un trabajo seguro, sabia que habían oportunidades, pero en si no tenia nada concretado, pasaron los días y como sobreviví??? Diosito me sostuvo y no me soltó, a mi paso encontré a Ángeles terrestres que me llenaron de luz, encontré un mundo difícil pero habían nuevos retos, me siento muy a gusto con el trabajo que actualmente tengo, cómoda, hay un ambiente de respeto, armonía y el sueldo no es tan malo, y se que puedo llegar a crecer profesionalmente. Aprendí a que la vida no era color de rosa, aprendí que el estar solo hace que valores todo lo que tenias en casa, aprendí a independizarme de cierta manera, aprendí que deprimiéndome no ganaría nada, que la vida tiene altas y bajas y a veces las olas están a favor y otras veces están en contra, aprendí que debemos vivir el hoy, disfrutar cada día como si fuese el ultimo, lo único que no eh aprendido ha sido a no ser lo suficientemente fuerte.
Me dijo una personita especial, que debo poner todo en una balanza y analizar que es lo que pesa mas, que es lo que realmente quiero, y partir de ahí para tomar decisiones… no quiero fallarle a mi abuelita, pero tampoco quiero fallarme a mi misma… solo se que cualquier comentario que venga con mucha sinceridad y afecto de ustedes, escribiendo lo que realmente sienten al leer estas líneas, serán palabras claves que me ayudaran, se también que la decisión es solo mía… y espero hacer lo correcto…
martes, 20 de noviembre de 2007
asi somos las mujeresss...
jueves, 1 de noviembre de 2007
Haz como el caballo sacudete y sube....
Un campesino, que luchaba contra muchas dificultades, poseía algunos caballos para que lo ayudasen en los trabajos de su pequeña hacienda.
Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado. El pozo era muy profundo y sería extremadamente difícil sacar el caballo de allí.
El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y evaluó la situación, asegurándose que el animal no se había lastimado.
Pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate. Tomó, entonces, la difícil decisión: Determinó que el capataz sacrificase al animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo. Y así se hizo.
Los empleados, comandados por el capataz, comenzaron a lanzar tierra adentro del pozo de forma de cubrir al caballo. Pero, a medida que la tierra caía en el animal este la sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo ir subiendo.
Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino que, al contrario, estaba subiendo hasta que finalmente...
¡CONSIGUIÓ SALIR!
Si estás "allá abajo", sintiéndote poco valorado, y los otros lanzan sobre tí la tierra de la incomprensión, la falta de oportunidad y de apoyo, recuerda el caballo de esta historia. No aceptes la tierra que tiraron sobre ti, sacúdela y sube sobre ella.
Y cuanto más tiraren, más irás subiendo, subiendo, subiendo...Sonriendo, sonriendo, sonriendo...